El tratamiento de la fibromialgia combina enfoques farmacológicos y no farmacológicos para abordar los síntomas de manera integral. Aquí te presento un resumen de ambos tipos de tratamiento:
Tratamiento Farmacológico
Antidepresivos:
Amitriptilina: Se utiliza comúnmente en dosis de 25 a 50 mg/día, comenzando con 10 mg por la noche y aumentando gradualmente.
Duloxetina (Cymbalta) y Milnaciprán (Savella): Ayudan a aliviar el dolor y la fatiga.
Relajantes musculares:
Ciclobenzaprina: Puede ser útil para reducir la tensión muscular.
Analgésicos:
Medicamentos que ayudan a aliviar el dolor general.
Tratamiento No Farmacológico
Educación: Informar al paciente sobre la enfermedad y su manejo.
Ejercicio: Programas de ejercicio aeróbico, como caminar o nadar, que son beneficiosos para la salud física y mental.
Terapia Cognitivo-Conductual: Ayuda a manejar el dolor y mejorar la calidad de vida.
Ambos enfoques son importantes y pueden tener efectos similares en la mejora de los síntomas. Es fundamental que cada paciente trabaje con su médico para encontrar el tratamiento más adecuado para su situación específica.